Hace pocos días, en nuestro anterior comunicado institucional, nos manifestábamos preocupados ante la falta de avances en la negociación entre PAMI y la Industria, a lo que sumábamos nuestra queja por no ser incluidos en instancias en la cuales se jugaba buena parte del futuro de nuestra red.
La situación que se presentaba compleja en ese momento, se fue tornando insoportable: restando solo seis días hábiles para que finalice el convenio vigente, la indefinición continúa, la incertidumbre enciende todo tipo de alarmas y ninguna de las partes ofrece alguna comunicación oficial .
De todos modos, el día de hoy vino con una novedad: el INSSJP ha publicado en su sitio la primera versión oficial sobre contenidos y alcances del contrato que se negocia con la Industria
La lectura del documento solo ha conseguido que nuestra preocupación crezca:
• Nada se dice allí acerca de los modos, plazos y condiciones en los que las farmacias brindarían sus servicios
• Se establecen parámetros y complejas operatorias de muy difícil ejecución y de inconsistente diseño, presumiblemente formulado desde lo macro económico por técnicos que desconocen totalmente la micro gestión operativa.
• Ocupa un lugar central el establecimiento de precios máximos, constituyéndose en una especial condición que no tiene igual en ninguna actividad del mercado nacional.
Debe quedar claro (y no nos cansamos de repetirlo), que estamos totalmente de acuerdo en darle un punto final al convenio vigente durante estos últimos veinte años y que es absolutamente posible y justo establecer nuevas reglas en beneficio de todos… pero lejos estamos de conseguirlo, mediante la implementación de los puntos contenidos en el documento que hoy se publica
A pesar de lo dicho, somos conscientes que las cadenas de farmacias ya existentes podrían estar cómodas en un escenario como el que establecerían los puntos hoy cuestionados, en razón de sus economías de escala y los beneficiosos acuerdos económicos que logran en el mercado. Pero eso de ningún modo resultará suficiente para atender la demanda de los afiliados PAMI del país.
Por otra parte y relacionado con los tratamientos especiales, sería bueno considerar ¿quién?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿a qué costo? atenderá las demandas de los pacientes (en Formosa, La Rioja o Rio Gallegos), prescindiendo de las pequeñas y medianas farmacias que cubren capilarmente el territorio nacional
En resumen, ante un contexto económico como el actual y con independencia del acuerdo final al que arriben las partes que hoy están negociando, se deberá considerar que para tener la posibilidad de contar con una red nacional de prestadores para los afiliados PAMI, resultará necesario:
• Modificar las bonificaciones vigentes, estableciendo escalas de aportes en función de lugares geográficos y montos facturados, con un aporte máximo que no alcance los dos dígitos
• Garantizar el ciclo financiero para que las farmacias dejen de sostener el convenio, percibiendo un anticipo equivalente al costo de los medicamentos dispensados dentro de la semana de presentación de facturas, con una cancelación total treinta días después
• Descartar la aplicación de precios máximos, por resultar injusto y de inviable aplicación para las economías de nuestras farmacias.
Volviendo al título del presente, queremos señalar que compartimos totalmente los fines perseguidos por el PAMI en procura de lograr una mejor y más eficiente gestión de sus recursos y cobertura de sus afiliados.
Pero disentimos con los medios elegidos. Existe una variada gama de alternativas para lograr estos fines, las cuales están a nuestro alcance y para cuya implementación ofrecemos nuestra colaboración y experiencia.
Una vez más, estamos dispuestos a poner nuestro conocimiento y nuestros mejores esfuerzos para lograr una salida que incluya los legítimos intereses de todos.
Junta Ejecutiva FEFARA
20 de marzo de 2018