12/12/2022
FARMACOVIGILANCIA
Información destinada a los profesionales de la salud
Los cálculos biliares (colelitiasis) son un problema de salud de consulta frecuente. Los principales factores de riesgo para desarrollarlos son: factores genéticos, sexo femenino, edad avanzada, pérdida rápida de peso, obesidad, embarazo y ayuno prolongado. Además, varios medicamentos pueden inducir colelitiasis como efecto adverso, en adultos y niños.
Mecanismos de la colelitiasis inducida por fármacos
Ciertos fármacos favorecen la formación de cálculos biliares, de diversas maneras. Por ejemplo, algunos los producen precipitándose en la vesícula biliar; otros modifican la composición de la bilis, dando lugar a cálculos biliares de colesterol. Ciertos medicamentos también pueden reducir la contracción de la vesícula biliar, lo que provoca el estancamiento de la bilis y el desarrollo de cálculos biliares. Sin embargo, muchas veces se desconoce la manera en que algunos fármacos inducen la colelitiasis, y su participación sólo se puede confirmar mediante el análisis químico de los cálculos biliares.
Fármacos frecuentemente implicados
Fármacos antiinfecciosos
El uso de ceftriaxona (cefalosporina inyectable) se asocia a la formación de lodos (una suspensión de moco, cristales de colesterol y sales de calcio en la vesícula biliar), incluso en niños. Este efecto es reversible tras la interrupción del fármaco. Cuando la ceftriaxona se toma en dosis elevadas durante períodos prolongados (tres semanas o más), puede causar cálculos biliares.
El antifúngico voriconazol puede provocar colelitiasis entre el primer y el sexto mes de tratamiento. Además, ciertos antivirales para tratar la infección por el VIH, principalmente el atazanavir, pueden desencadenar la formación de cálculos biliares.
Medicamentos para la acromegalia
Los análogos de la somatostatina, la mayoría de los cuales se administran por inyección, se utilizan principalmente para tratar la acromegalia. El uso de estos medicamentos, incluyendo la lanreotida y la octreotida, es una causa de cálculos biliares. La pasireotida, otro análogo de la somatostatina, causa cálculos biliares hasta en el 33% de los usuarios.
Terapia con estrógenos y progesterona
El uso a largo plazo de estrógenos orales, progesterona o sus combinaciones en mujeres posmenopáusicas aumenta el riesgo de cálculos biliares y de enfermedad de la vesícula biliar que requiera cirugía, pero este riesgo parece ser mayor con la terapia de estrógenos solamente. Los anticonceptivos orales parecen estar implicados en la formación de cálculos biliares principalmente en mujeres menores de 40 años, y las que toman productos con altas dosis de estrógenos (como los que contienen más de 50 microgramos de etinilestradiol) presentan un mayor riesgo añadido. Es de destacar que la mayoría de los anticonceptivos orales disponibles en la actualidad contienen dosis bajas de estrógenos y no conllevan ese riesgo.
Medicamentos hipolipemiantes
Se han notificado cálculos biliares con el uso de fibratos, medicamentos que reducen principalmente la producción de triglicéridos en el hígado. Algunos ejemplos de estos fármacos son el fenofibrato y el gemfibrozilo. Entre los otros fármacos hipolipemiantes, sólo la ezetimiba, que inhibe la absorción del colesterol en el intestino, conlleva un riesgo de formación de cálculos biliares.
Otros medicamentos
El antiagregante plaquetario dipiridamol y los análogos del péptido similar al glucagón (incluida la liraglutida) que se utilizan para tratar la diabetes tipo 2 o la obesidad, aumentan el riesgo de cálculos biliares.
Otros fármacos que suelen asociarse a los cálculos biliares son el deferasirox, un quelante del hierro que se utiliza para tratar a los pacientes con un exceso de hierro en el organismo debido a las repetidas transfusiones de sangre; el febuxostat, un fármaco reductor del ácido úrico para el tratamiento de la gota; y la teduglutida, que se utiliza en pacientes con síndrome de intestino corto.
Recomendaciones
Antes de tomar cualquier medicamento mencionado en este artículo, es conveniente preguntar al médico sobre el riesgo de padecer cálculos biliares. El médico puede solicitar una ecografía antes de empezar a tomar un medicamento que puede causar cálculos biliares y periódicamente a partir del inicio del tratamiento para controlar la vesícula biliar, si es que se debe seguir el tratamiento con dicho medicamento. Si se tiene un alto riesgo de desarrollar cálculos biliares, el médico podría recomendar una dosis más baja del fármaco.
Si se experimenta síntomas relacionados con los cálculos biliares (incluyendo episodios de dolor intenso en la parte superior derecha del abdomen, normalmente por la noche o después de una comida rica en grasas, junto con náuseas y vómitos), se aconseja solicitar al médico que considere si podría estar relacionado con el medicamento.
Si el médico sospecha que un medicamento que el paciente se administra puede estar causando los cálculos biliares, es probable que lo suspenda, lo que puede llevar a la resolución de los cálculos biliares, y controle el estado de salud del paciente. No se debe suspender ningún medicamento sin consultar al médico.
Fuente: Salud y Fármacos. Boletín Fármacos: Farmacovigilancia. Volumen 25, número 4, noviembre 2022. Disponible en: https://www.saludyfarmacos.org/wp-content/files/nov202201.pdf
Se recuerda la importancia de notificar todas las sospechas de reacciones adversas mediante la hoja amarilla. Puede solicitarse en el DAP o acceder a la misma a través de la página web del Colegio www.colfarsfe.org.ar en el apartado Profesionales > Farmacovigilancia > Comunicación de Eventos Adversos